jueves, marzo 31, 2005

Lo Sabemos Todo - Flores D’Arcais

Lo sabemos todo. Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos. Y es inútil fingir, inútil esconderse o escapar, añade. Queríamos saber, pero hemos hecho trampas: no queríamos saberlo todo, sino ver confirmada nuestra necesidad de finalismo. Dar carácter científico a nuestra voluntad de sentido, a nuestro rechazo de ser una partícula insignificante de un esputo en el cosmos, surgido por sorpresa de una lotería sin esperanza ni desesperación. Habíamos preguntado al cosmos y éste nos ha dado una respuesta inexorable: azar y necesidad. No era la respuesta que queríamos.
Efectivamente, no era esa la respuesta apetecida. No era la respuesta; es sólo una respuesta. No era la respuesta para todos; la respuesta que podía dar sentido a todas las vidas y a la marcha del mundo -la respuesta que han buscado las religiones-, sino una respuesta que permite a cada cual dar sentido a su propia existencia y ser más libre en este rincón del cosmos, en un universo en expansión, cuyo origen y destino ignoramos. Esto es lo que sabemos, al menos aquí, en este lado del globo terráqueo, y lo que sabemos no es muy excitante; no entusiasma, no ilusiona, al contrario; la racionalidad conduce a un mundo desencantado, nos había advertido Weber. La sabiduría -, ahora, o es sabiduría en el desencanto o es rechazo de la sabiduría. Es decir, pánico del desencanto. La sabiduría es hoy aprender a vivir en el círculo frío del conocimiento y no en el mágico de la ilusión.